jueves, octubre 11, 2007

Anatomia de un gato I

- En todo hay verdad -dijo el sabio.
Jesus lo miró con hastío, se encogió de hombros y escupió.

El otro
,

Libro III.

El cigarro no cayó donde esperaba, algo que sucedía tan a menudo, incluso cuando soñaba. Todo se le iba lentamente cuesta arriba, y el cigarro no era más que un signo como tantos. Un cigarro, un basurero, un arco perfecto hacia ningún sitio. También era la noche, el frío cortando la piel. Miró durante un rato la brasa del cigarro que luchaba por mantenerse encendida. Buscar lecturas alternativas, caminos sin señalizar. Y olía tan a trampa todo eso, era tan fácil dejarse ir y esquivar el bulto con elegancia. Pero el frío, claro, y se encogió de hombros antes de seguir caminando.

2 comentarios:

Cpunto dijo...

es que la trampa tiene ese olor, una frescura que toma de la mano y te hace seguir, perdiéndote en un oscuro que termina por cobijarte, finalmente, o ese cree uno o le da por creer,

Roberto_Carvallo dijo...

me pasó encongiendo de hombros... los días con los estudiantes me obliga a eso para no perder la cordura...

adios.

me gustó