miércoles, abril 04, 2007

Manifestación empírica de la Teoría de los Sistemas Complejos


How happy is the blameless Vestal's lot! / The world forgetting, by the world forgot. / Eternal sunshine of the spotless mind! / Each pray'r accepted, and each wish resign'd...

Alexander Pope


Los recuerdos, entonces. Ese laberinto inconmesurable de imágenes, olores, sabores y sonidos, de texturas: la forma en que vienen y van, quiero decir, en que se entrecruzan, en que se llaman unos a otros, en que juegan y se separan, en que se buscan ansiosos, en que simplemente se olvidan, se relegan al rincón del ático cubiertos de polvo y telarañas, en que se tachan o se subrayan con tinta negra o violeta o verde o roja.
Haciendo zapping me encuentro con Quiz Show y recuerdo haberla visto en el Yara, en La Habana, donde curiosamente la gente habla todo lo que le da la gana en el cine y nadie reclama. Recuerdo esa tarde calurosa en La Habana, luego de haber comprado la colección casi completa de Carpentier (digo casi, escribo casi, porque los libros que no compré ya los tenía) y de haber descubierto a Roque Dalton. Recuerdo haber bajado hasta el malecón después del cine, haberme sentado durante un rato a mirar el mar mientras el día se apagaba y las calles se iban haciendo oscuras, recuerdo haberme fumado un porro y llegar caminando hasta La lluvia de Oro, en Obispo con Cuba, en la Habana vieja, donde me junté con Rodrigo y Marcelo, a quienes hace mucho no veo.
Recuerdo que una de las películas que más me gusta, desde niño, es Gente como uno, también dirigida por Robert Redford, la primera que dirigió. Recuerdo que Rob Morrow, el protagonista de Quiz Show era también protagonista de Northern Exposure, una serie como pocas que transcurria en Alaska, en un pueblito llamado Cicely. Y entonces las cajas chinas de la memoria: recuerdo un capítulo donde un lote de japoneses va admirar la aurora boreal y terminan follando en la nieve, pues al parecer el fenómeno algo tenía que ver con la fertilidad. Recuerdo a John Turturro, otro de Quiz Show, en Barton Fink, sentado en las butacas del Normadie mientras John Goodman -otro John, mire las coincidencias- desta el infierno en el hotel y los papeles murales se despegan de las paredes como cáscaras de manzana. Recuerdo que Ralph Finnes siempre me ha parecido gay. Sin ofender.
Más tarde, leyendo Imagen de John Keats -hoy los John abundan, parece-, de Cortázar, me encuentro con algunas versos de Alexander Pope, que no era precisamente romántico como Keats y Shelley y Byron pero que, desde su cómoda butaca y chimenea y pipa, también tenía su qué. Y entonces recuerdo que he recuperado Eternal Sunshine of spotless mind luego de mucho, con una versión de la película completa comentada por Gondry y Kaufman que es una verdadera clase de cine, y entonces recuerdo también que la primera vez que la vi fue con la señorita C., en el living de su casa, tirados sobre la alfombra, y a cada tanto nos mirábamos con los ojos brillantes, quizás por la ausencia de luz o quizás por la emoción. Recordar nada más todo esto y poner la película en el DVD y la cancioncita de Jon Brion, el mismo que hace la música para Magnolia, y la playa y la nieve.
Y así, más recuerdos.
Y así, ab infinitum.

4 comentarios:

Claudia Castora dijo...

Un mandala eterno esto de los recuerdos...
En fin, no somos más que lo que recordamos.
Abrazo querido mio, pase a saludar de vez en cuando.

Unmasked (sin caretas) dijo...

Miles de meses que no paso por aqui...veo que sigue como siempre, regalandonos lecciones de escritura, clara e impecable, los gringos le llaman "flawless"

Salud senor K, a mi tambien me gusto

Gente como uno
quiz show

no tanto eternal sunshine of the spotless mind, lo encontre raro a Jim Carrey haciendo un papel serio...no me termino de cerrar, o mas bien de convencer, como decimos en mi patria.

Espero que se encuentre muy bien, y que haya disfrutado sus dias de verano.

Un beso enorme K, enorme y como siempre nos vamos, parece que no regresamos, y siempre volvemos.


Petra

Francisca Westphal dijo...

me lo encontré en la Casa del Castor... vine a darte un abrazo de buena onda porque pensé que habías cerrado el blog... es evidente que no y que llevas tremendas historias... de verdad, contenta de encontrarte...

Clementina dijo...

Estimado Señor K. Vio mi nombre ahí arriba?? Bueno, ese no es mi nombre verdadero, es una suerte de homenaje o de guiño hacia una película que realmemte disfruté mucho. Veo que usted también comparte esa sensación.
Besos