martes, agosto 30, 2005

Islas

Se miran el uno al otro sin hacer gestos ni cruzar palabras. Ella enmarcada en una ventana amarilla cuyos bordes comienzan a descascararse por la insistencia de la humedad, él encuadrado en perfiles de aluminio que van cediendo poco a poco a los embates del óxido. Entre ellos sólo estaba la calle. Ahora, luego de las lluvias, un río caudaloso y desenfrenado los separa, una serpiente sucia que arrastra automóviles, árboles, cuerpos. Cuando él ve que un cadáver inflado como globo se acerca corriente arriba, mira a la chica fijamente a los ojos y le obliga a mantener este puente imaginario hasta que, según sus cálculos, el cuerpo ha desaparecido en el cruce de calles que hay más abajo y que se ha convertido en una laguna atravesada por traicioneras mareas. Así protege a la chica, o eso cree él, evitándole ver el rostro de la muerte paseando frente a su patio. Y así desde hace días, quizás semanas.
¿Cuánto tiempo habían sido vecinos, sin siquiera notar su presencia? Él trata de dormir pensando en ella, arropado en un par de frazadas secas que logró rescatar la noche del diluvio, y se acomoda sobre la cama de madera que cruje, húmeda, como un niño asustado. El silencio lo persigue de noche, apenas interrumpido por el estruendo de un tronco chocando contra las rejas de las casas, muchas de ellas en ruinas. Cierra los ojos y se refugia en la imagen de la chica, del naufragio compartido en los altos de las casas, de la distancia insalvable de la lluvia que no deja de caer, de las garras sinuosas del caudal que ruge como animal en celo. Cierra los ojos y trata de recordar alguna mañana en que se cruzaron, en que ella le dedicó una sonrisa, en que la vio alejarse vestida como colegiala y moviendo la mochila roja de un lado para otro. Entonces la mochila roja, la mancha roja que oscila entre los hombros difusos de una muchacha se convierte en ancla, en puerta al sueño, en anestesia para la fatiga y el frío y el hambre. Ya no necesita apretar más los ojos y su cuerpo se distiende y un sueño de sol y arenas blancas, de aguas mansas que acarician los pies, un sueño cálido lo cobija.
La mañana como todas las mañanas, lo primero mirar por la ventana hacia la casa de enfrente. Hasta hace unos días el ritual lo compartían con una vieja de cabellos desteñidos, que gritaba desde su ventana buenos días con una voz que más parecía el graznido de un pájaro. Pero ya la vieja no se asomaba por las mañanas ni a ninguna otra hora y era mejor no pensar en ello. Cuando llegaba el saludo matutino, cuando las ventanas quedaban frente a frente por primera vez cada día, no miraban hacia la ventana ahora vacía de la vieja. Lo habían decidido sin palabras, sin necesitarlas. Asomarse a la ventana hasta ver el rostro pálido de la chica, el cabello en desorden, la mano pequeña y delgada que se apoya contra el vidrio como un saludo de mudos. Él la mira y asiente con un movimiento de cabeza. Tiene la impresión de notarla más triste, de que sus ojos se han apagado desde el día anterior. Ella parece notar su desazón y le sonríe, por primera vez le hace un gesto que es más bien una mueca, una mala copia de una sonrisa, los dientes amarillos dibujando una media luna forzada en el rostro. Él abre los ojos, sin atinar a nada.
Cerca de mediodía él baja al primer piso descolgándose por los restos de la escalera, hundiéndose en el agua hasta la cintura para buscar restos de comida en la alacena. Alguna vez intentó bajar al sótano, pero en las aguas oscuras sintió el contacto viscoso de algo que no pudo precisar y desistió de seguir explorando. Busca en lo que queda del mobiliario latas de conservas que ya comienzan a escasear. Supone, tiene la esperanza de un rescate, pero ya no hay indicios de que eso vaya a suceder. Al principio, al día siguiente del diluvio, vio las siluetas de algunos helicópteros en el cielo. Ya no. Sólo el ruido del río que no cesa, carcomiendo poco a poco las calles, tratando de entrar a las casas y devorarlo todo. Un monstruo hambriento.
Por la tarde, luego de comer arvejas y una sopa de tomates fría, corre el vidrio de la ventana y deja que el aire frío y la lluvia le laven el rostro. La chica no asoma a su ventana, como suele hacer por las tardes. Trata de no darle importancia, pero no cierra la ventana ni se aparta de ella. Se queda acodado contra el alféizar, la mitad del cuerpo asomado hacia fuera, las gotas de lluvia rodando como perlas sobre el rostro, deslizándose hacia el cuello, metiéndose por la espalada. Mira hacia la ventana vacía de la chica, hacia el vidrio que comienza a teñirse de negro por la proximidad de la noche. La chica no está, no hay ojos que le devuelvan el reflejo de su rostro.
No cierra la ventana. Se vuelve hacia el interior del cuarto a oscuras y llega a tientas hasta la cama. Tendido de espalda, mirando el techo que adivina próximo y surcado por manchas de humedad y musgo, tampoco intenta cerrar los ojos. Siente el contacto frío del aire que entra por la ventana, las gotas de lluvia que dibujan círculos contra el piso. Oye el rugido del caudal abriéndose camino entre los patios, la arremetida definitiva de la bestia. Deja los ojos abiertos y espera.

17 comentarios:

Carolina Moro dijo...

La espera de la bestia que sucede a los sueños despiertos entre ventanas, entre reflejos, entre espejos de dos miradas que se reconocen pese al río infame de agua y desperdicios que corre por las calles y los separa.

Rituales o rutinas al despertar o al dormir. Frazadas que no parecen abrigar porque se piensa en la humedad de los techos, en las marcas que deja la lluvia en el piso, en la ventana que se transforma ahora en un opaco vidrio que disocia los sueños de la realidad.

El rescate, las pocas provisiones, las islas que algun día se juntarán. Los helicópteros, las sonrisas, los besos.

Roberto_Carvallo dijo...

voy a tratar de expresar mi comentario en mis floridas y habituales expresiones:

imigenes de colegialas ( hay otro pervertido con ese tipo de visiones)

caudales infernales.

viejas sapas.

lluvias apocalípticas.

cadáveres.

ríos de caca.

me recuerda a una canción de Dorso " Zombi from Mapocho".

me despertó una sensiblididad al estilo George Romero.

todo esto para decir... si hay que puro salir a tomar..o nos va a llevar un rio de caca y vamos a quedar pegado en una isla.

WWW.KRISTIANZ.COM dijo...

Me parece Señor K, coincido con usted en sus reflexiones, es verdad, tal como usted escribió hoy sobre la arruinada fachada de mi casa, los escritores son unos hijos de puta, ladrones de ideas y textos, armados de Glock de 9mm como en su caso y de M9 Beretta 9mm como en el mío. Interesante detalle y confesión de partes. Siento unos deseos incontrolables de batirme en duelo con usted, sobre una calle oscura, húmeda, quizás la misma que ahora cubre aquella serpiente sucia de agua que describe en su relato. Me encantaría tener la posibilidad de hacer puntería sobre sus ojos y cruzar un tiro certero para abrirle a la mitad sus grises ideas. Cabe la posibilidad que usted gane también, pero no me preocupa, tengo saldo a favor con mis vidas aún, créame, que sería todo un honor arriesgar una de ellas con usted.
Kristian.

Ligustrino Campana dijo...

Por el sinuoso caudal se desplaza el barco de papel que es mi cabeza, mirando hacia los costados, echando las preguntas que rebotan contras las fachadas heladas y se hunden. Muy bueno, el texto, don K. Lo único que tengo para decirle, ya que está abierto el juego para las críticas (bien por mí, aclaro), es que la lluvia final, lo que sería el renacer del diluvio y por tanto la muerte, me llega como una débil llovizna, cuando antes la bestia me había parecido tan atroz. Es como un final hippie para una historia tan oscura. Falta agua en la inundación. Fuera de eso, y siendo sincero, me movió más de un pelo. Salú.

Anónimo dijo...

Veo que esta semana es una semana de “muerte”. Yo no creo lo que dice KristianZ, tu sabes, que los escritores son……….esas palabras impronunciables, yo creo que los escritores son como titiriteros, que manejan personajes, los cambian de lugar, experimentan con gente que conocen y otros personajes que se animan a crear y secretamente descargan sus mas oscuros deseos en sus escritos…y eso no esta solamente limitado a los escritores, eso es parte de ser humano nomás, la diferencia que unos lo piensan y otros bueno, pueden escribirlo…

Anónimo dijo...

Cuando deja de latir, es decir, cuando el no ser envuelto en la existencia avanza sutilmente a los cabellos?.

Espero que me envie más ideas.

Roberto_Carvallo dijo...

puta la huea brigida...
kristianZ y Sr. K..armados y proponiendo duelos, quitadas de drogas líricas... las pistolas que ustedes hablan ..son doñas pistolas, buenas, seguras, no se trankan ( como las minas chilensis)..pero son caras..sobre las 500.000 lucas, por que no piensan, en el tonto estoque, el cuchillos feroz y arreglado por el tipo de la rueda afiladora, o simplemente en la escopeta Hechiza, bueno en un revolver Taurus, hasta una pistolas taurus, imitación barata de la beretta... hay algo que no concuerdo con ustedes, no hay que ser escritor para ser un hijo de puta..si esta plagado de ellos... y en el mundo oscuro de sus fantasias, no se van a comportar como caballeros, derrochen sangre y victimas inocentes, yo propongo Al Cuervo para que sea victima de un balazo perdido de Sr.K .

bueno y si deciden batirse a duelo como caballeros, yo les presto unos floretes que me robé de una casa del barrio alto. Así aseguro palco en la masacre.

Sra. Chayo dijo...

Yo me estoy perdiendo algo ah?

ah?
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ah?
................ madrina? ah?
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................. duelo? ah?
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que maraña.

Anónimo dijo...

“Here comes the flood”, decía Peter Gabriel.
Avalanchas de palabras, de sensaciones, de actos fallidos.
Caudales anunciados.
Desborde de líquidos vitales.
Y la arremetida de la bestia, interrupta.

Indianguman dijo...

De nuevo experiencias límite y estados de emergencia. Magia y absurdo. Lucidez terminal. Y en todo eso aún hay espacio para la ternura y el encuentro.
Tu escritura me remece, gracias!

Lo de Verdad dijo...

gran relato. tienes un blog de aquellos. te sigo.

Luciana dijo...

AHORA SI,.
Leer con calma cambia las cosas.
Me gusto.
Mucho.
Tengo como cinco lecturas posibles.
La obvia= Compararlo con narraciones reales de situaciones así. Y sí, son así. Las de a de veras, onda Lo Cañas en el aluvión.
La metafórica= el desencuentro, la avalancha, lo que irrumpe, lo que nos invade.
La más metafórica= el amor como una inundàción que todo lo arrasa.
Y eso, o como la arcaica PAA= todas las anteriores.
No vapulee al Córvido, puede tener razón.

WWW.KRISTIANZ.COM dijo...

Distinguido duelista, tengo la necesidad de llamarlo desde ahora en más por su verdadero nombre, es una solemne costumbre que tengo hace años con los futuros occisos. Conozco su nombre, pero he decidido no publicarlo aquí por respeto a su intimidad. Por lo tanto lo llamaré desde hoy hasta el día de su muerte por todas las iniciales de su verdadero nombre, que dicho sea de paso son P.A.K.M. Yo acostumbro dar la cara, no usar seudónimos o mascaras para ocultarme de los demás, pero tal vez usted tenga algo más de que avergonzarse, aunque no lo juzgaré por aquello en esta oportunidad. Lo considero un caballero de coraje y además tendré ciertas consideraciones no habituales en mí con vuestro cuerpo una vez que caiga derrumbado como una torre de monedas frente a mi aguda mirada. Lo haré principalmente, debido a que nació en la misma “dormida” y árida cuidad que yo.
Bien sabe usted que el papel soporta mucho y no quiero que piense que estoy jugando con esto. Por lo tanto lo invito a ver esta imágen para que conozca desde ya mi mano, que empuña mi verdadera Beretta 9mm que le dará su digna muerte, en un campo de hierba iluminada por el despunte del sol al amanecer o donde usted quiera. Para mí es igual, la muerte no tiene espacio ni paisaje, simplemente está. Pago ahora por ver Don P.A.K.M., ¿cuales son sus cartas?
Se despide cordialmente un caballero, de otro caballero.
Kristian Zahn.

Roberto_Carvallo dijo...

anda con escopeta..es más segura, con una pum accióm aputas y te lo cagas y no le das distacias y después te presto mi corta pluma cuchufletera....que corta guata de conejos por montones. lo tjaeamos al loco... no te digo que te estoy ayudando para filetearte al Kristian K, sino poruquw mw gusta la sangre.. sangre....sangre,,,,

Hamletmaschine dijo...

Tremenda historia, la que está dentro y la que está afuera... la luz de mi insomnio le da un matiz extra de febril pesadilla...

Y además, estamos en los albores de un duelo... la muerte está en todas partes, latente o manifiesta, vaya semanita ocupada para la querida flaca...


Saludos.

dijo...

wow...

WWW.KRISTIANZ.COM dijo...

Me parece, fin al diálogo. Será en territorio de guapos. En aquel lugar ya no sorprenden los disparos o algún anónimo cuerpo abatido frente a una fachada. Será a la hora cero, del día siete de este mes, en la intersección de las calles Venecia y Comandante Riesle. Que su Dios le ayude.
KZ.