jueves, julio 21, 2005

Suite para cello N°2 en Re menor, BWV1008

Las bajas nubes van devorando la ciudad que duerme, van ocultando en el silencio los ojos del monstruo multicéfalo, acallando pasos y cerrando ventanas. Las luces irradian un halo húmedo, estrellas agónicas. Las avenidas ocultan sus secretos bajo la sombra multiplicada de los follajes, de los rincones condenados, de los gemidos apagados de los perros que se agazapan junto a las puertas. La noche reina sobre las nubes, sobre el dibujo de un cielo velado donde juega la luna en cuarto creciente y el hilo de plata de los satélites completa el dibujo de las antiguas constelaciones.
En algún lugar una chica duerme, poblado su sueño por las imágenes de la vigila, por el sonido del obturador que eterniza y mata, por la ilusión de lo que una vez estuvo delante y que luego se repite en el fractal de la memoria. La chica sueña con tiras de contacto, con sales de plata que se inmolan en el acto de acotar un trozo de realidad, de mostrar los fantasmas que caminan errantes, la mirada perdida en el vacío, los cuerpos sin vida que esbozan secretos esquemas en su diario tránsito por la ciudad oculta. La chica duerme y suspira, se revuelve en la cama pensando en niños moquillentos que adoran tótemes de madera en los patios de las escuelas, que ríen y cantan mientras en algún lugar llueve y alguien abre un paraguas transparente. Es un sueño, piensa la chica acariciándose sin querer el vientre. Es un sueño, piensa mientras en su cabeza la imagen se convierte ahora en un atardecer violeta frente al Pacífico, un atardecer violeta y frío que no termina porque quizás nunca ha comenzado.
En otro lugar, junto a una ventana, iluminado por una lámpara y rodeado de libros, las manos delgadas y frías de un hombre danzan sobre el negro teclado inventando historias, buscando aliteraciones que conviertan al relato en algo más, en canción quizás, buscando que explote de una buena vez eso que dice casi sin proponérselo, seguro que entre tantas lides con el diccionario las palabras escogidas y que van dibujando sobre la pantalla blanca el paisaje desolado de una ciudad devorada por la niebla, seguro que después de tantos revolcones y cicatrices provocadas por la puta muerta con lomo empastado, seguro que después de todo eso -de los puntos, los tildes, las minúsculas- hay algo, que en algún sitio una chica duerme y suspira, que algún lugar alguien sueña con una playa desierta donde dos siluetas juegan a encontrarse.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Elegante posteo para una música excelsa.
Hay una versión en DVD de Rostropovich donde explica cada una de las 6 suites.
Felicitaciones

sole poirot dijo...

tres tiempos musicales, el bajo purgatorio donde conviven nuestras sombras. el impulso hacia la vida o la muerte, encerradas en las máquinas de luces. la misma sensación de sueño detenido, a la espera, también encerrado entre teclas de una máquina.

me recordaron a los paisajes de agota kristof, sobrecojedores sonidos de post guerra.

p.d
sentí el aroma de santiago por tu comentarios, gracias por estos viajes.
un abrazo,so.

gallardo dijo...

Felicitaciones por hacer de un pequeño espacio en la red un lugar de reconstruccion del imaginario, un espacio para crear mundos

Sra. Chayo dijo...

yo tb lo soñé y desde aquel dia mi amiga sombra ya no es mi amiga. se fue con otro. y yo... no, yo no.

me gustaron las fotos =)

Anónimo dijo...

el chico y la chica ya no eran anonimos porque otro se cruzaba entre ellos pretendiendo crear un puente donde se pudieran fundir y crear una nueva obra mas intensa.

Anónimo dijo...

Y en otro lugar, una mujer lee el escrito acerca del que escribe y de la que sueña, y reflexiona, y se une a esos universos paralelos (afortunadamente), porque entonces también está en los entrecruces con el Sr. K.

Cpunto dijo...

a veces aplasto el sueño y el encuentro desaparece porque tenerlo así con las manos pendiendo de un reloj es una patada en la memoria,
saludos K.

Hamletmaschine dijo...

Un sueño luce tan sólido cuando se vive, y luego llega no sé quien y lo sorbe como un algodón de azúcar... alguien goza con la materia que hemos creado, siempre.


Saludos

Anónimo dijo...

Mientras en otro lugar... una chica duerme, y siente la presión que la ahoga, las lágrimas que no dejan de caer... Es un sueño se dice. Pero cuando despierta, la tensión, la pena, la rabia, y las lágrimas no se quedaron en aquel sueño... Ya son las tres de la mañana y en otro lugar, alguien debe estar soñando con atardeceres y besos dulces y tiernos en la orilla de una cálida playa...

Ya habrá mejores amaneceres...

cariños,

ángel dijo...
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ángel dijo...

Tu cuento se desliza con suavidad sin pausa por esa hermosa suite de bach que te agradezco.
Angel

Anónimo dijo...

Cool blog you have. I have a cello tailpiece
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