lunes, mayo 30, 2005

Películas

En un sólo fin de semana me despacho tres películas notables, gracias al cable y a la poca vida social que me va quedando.
Primero, cronológicamente y por gusto, Carlito's Way, de Brian de Palma, sin duda una de sus mejores películas. Al Pacino hace de las suyas y la aparición del gordo Porcel no deja de tener su gracia para uno que es sudaca.
Más tarde veo Dangerous Liaisons, de Stephen Frears, quien, para mi gusto, ha ido perdiendo la sordidez que destilaban sus películas antiguas y con esto me refiero a las anteriores a The grifters. Supongo que le ha pasado algo parecido a lo que relata en High fidelity, una crónica para treintones nostálgicos y melómanos que no pueden lidiar con su pasado. Ni hablar de Dirty pretty things que si bien tiene sus momentos y la historia es atractiva, algo tiene en falta que impide que se convierta en un gran trabajo. Pero en Dangerous Liaisons todo brilla eclipsado por la crueldad y la venganza.
Para terminar me encuentro con Heat, de un Michael Mann cada vez más refinado, tanto en la estética de sus filmes como en la profundidad que logra dar a sus personajes. Lo único que no me gusta es el final, con la música de Moby en una escena que no sé bien qué viene a representar, si el honor que se merece un enemigo caído, si la fraternidad entre dos solitarios o una especie de iluminación del personaje de Pacino que se encuentra, sin querer pero buscando, frente a un espejo roto.
Todas tragedias al más puro estilo de la Grecia clásica: todos personajes que, tratando de romperle el rostro al destino, acaban prisioneros de sí mismos. Y muertos, por lo demás.
Veo también un trailer de Crash, una película dirigida por Paul Haggis y que se ve bastante interesante.