jueves, junio 23, 2005

Espejismos

Me gusta la palabra. Espejismos. Me recuerda un espejo redondo en el bolso de una chica. Me recuerda las películas donde el desierto del Sahara era el protagonista. Me recuerda que no somos sino eso, simulacros de vida, silenciosos fantasmas que luchan por sobrevivir en una realidad que está al otro lado del espejo.
Anoche la luna se veía enorme, golpeaba los vidrios con el sonido silencioso de un trueno blanco. Asomé la cabeza por la ventana para llamarla, asombrado y feliz, esperando buenos augurios como los antiguos buscaban estos signos en las tripas de las gallinas. Sol de invierno y luna de invierno, todo el mismo día, el día del We Tripantu, el año nuevo mapuche.
Viendo televisión me entero que ha caído un avión en Chaitén. Que murieron tres de los pasajeros y que sólo uno sobrevivió. Veo a un periodista preguntándole a la esposa del sobreviviente qué es lo que siente. La mujer, entre lágrimas de alegría, le dice que está contenta porque su marido está a salvo, que es un milagro. El periodista insiste, preguntándole: ¿Una segunda oportunidad? La mujer lo mira, asiente con un movimiento de cabeza y repite: Una segunda oportunidad.
Pero no fue la mujer la que dijo eso, sino el periodista. Ella sólo lo repitió. El tipo ya tiene la cuña de hoy, por supuesto: "Dios le ha dado una segunda oportunidad". Qué fácil caer en el lugar común y la manipulación. El lado divertido de esto es cuando veo las noticias y entrevistan a un testigo y habla igual a como lo hacen los periodistas televisivos, es decir: pésimo. Un vocabulario lleno de clichés que ni siquiera son pintorescos y que parecen sacados de un pabellón quirúrgico por lo asépticos. Me revienta cuando la gente entrevistada, sin ser peritos ni especialistas, dicen occiso en lugar de finado. En alguna parte nos perdimos, perdimos el dominio del lenguaje como cosa viva y lo dejamos encerrado en el televisor, donde poco a poco va dejando de respirar.
Apago la caja boba, pero en el diario no encuentro descanso. El Mercurio del 19 de junio, cuerpo D. En la página 6 se cita a un asesor de la abanderada de izquierda, sin dar nombre ni cargo. En la página 12 se cita a un personero que trabajo en (el Ministerio de) Transporte emitiendo una opinión que cualquier persona con un poco de sentido común puede tener. No hay nombre ni profundidad, ni figura ni fondo, ni significado ni significante. Es demasiado fácil este periodismo que inventa la realidad en lugar de mostrarla, que la acomoda al rating o las ventas, que no nos deja ver y entender lo que queremos ver y entender.
Por lo menos me reconcilié con la columna de Lafourcade, de la que era asiduo hace muchos años pero que luego renegé. Quizás es por una pequeño encuentro que tuve con él hace unos meses, y me pareció tan viejo y tan despierto a la vez que me inspiró algo de lástima. No lo sé, pero ese día me cayó bien y ayer completé el círculo leyendo y sonriendo cada tanto mientras lo hacía.
Hoy un matrimonio se quemó a lo bonzo frente al monumento a Salvador Allende, junto a La Moneda. No importa por qué lo hayan hecho, lo que importa es la decisión que tomaron, la forma en que la tomaron y la llevaron a cabo. La violencia, contra ellos y contra todos nosotros, como una bofetada de un guate de hierro. Ellos sí tienen nombre, aunque en realidad son sólo números, estadísticas, intención de voto. ¿Cuándo dejamos de preocuparnos por el ser humano?
Parece que vivimos en un país de anónimos, un país de fantasmas. En un desierto poblado de imágenes traslúcidas que sólo se ven los días de luna llena.

10 comentarios:

Carolina Moro dijo...

"Cada mañana resurges forzosamente del sueño para enfrentarte algo mucho peor de los que nos tocó vivir el día anterior; pero al hablar del mundo que existía antes de ir a dormir puedes engañarte a ti mismo y creer que el día de hoy es sólo un espejismo, ni más ni menos real que el recuerdo que guardas en tu interior de todos los otros días"

"Cuando vives en la ciudad, aprendes a no dar nada por sentado. Cierras los ojos un momento, o te das vuelta para mirar otra cosa y aquella que tenías delante desaparece de repente. Nada perdura, ya ves, ni siquiera los pensamientos dentro tuyo. Y no vale perder el tiempo buscándolos; una vez que una cosa desaparece, ha llegado a su fin"
(El país de las últimas cosas, P.A.)

Lo primero: Por alguna razón, estos dos párrafos me los sé de memoria, y me parecieron perfectos para estar aquí hoy.

Lo segundo: Gracias, entiendo lo de la tensión. La estudio, o más bien la siento. Los cuchillos y el color rojo. Siemre están, lo sé. No puedo escribir sutilezas, aunque tú las hayas encontrado por ahí.

Lo tercero: No hay botones en mi cuadro. Cómo los consigues en el tuyo es mi pregunta.

Yvette Reydet Saieh dijo...

Me trajo recuerdos de cuando era niña y pensaba que había otro mundo al otro lado del espejo, a veces pensaba que mi realidad no era más que un sueño profundo y que un día despertaría y no sería más yo, sería otra y en otro lugar... muy rara la sensación.

Me acordé también de las Crónicas de Narnia...

Por otro lado acabo de escribir algo sobre el Año Nuevo Indígena y siento que mantener vivas esas tradiciones nos acercan a la espiritualidad, nos hacen más humanos porque al reconocer que existen fuerzas superiores, reconocemos también lo fragiles que somos en el breve espacio que nos toca vivir.

Saludos

Yvette
La Libélula

SHiRa DeNiSe dijo...

Jueguete Rabioso, quisiera hacerte un super link en mi blog pero no sé cómo hacerlo. Ojalá puedas explicarme.
Y bendita sea la rabia que te enfurece!!
1 beso.
Afrogeisha Denisinha

Dra. Kleine dijo...

Gracias! me he enterado de un pedazo de vida de lo que sucede allá, y ciertamente es de tinieblas el pensar que las noches de luna llena al hombre le da por pensar, por inmacularse, por sentirse lobo en tinieblas.. cuando seremos diferentes? cuando podremos preocuparnos por otra cosa...aun sigue el hombre en el proceso!
Saludos desde Mx!

Anónimo dijo...

Un día de estos te voy a copiar y trataré de hacer una reseña del tipo de la tuya pero de mi ciudad para que veas que en todos lados se cuecen habas.
ESCRIBES MUY BIEN SIEMPRE.

Domitila dijo...

hola K!
buenas letras!
g.

Cpunto dijo...

había que sacar la cabeza y abrir la boca y abrir los ojos y orejas y piernas y manos
y no decir
no pensar
dejar que eso allá arriba se metiera por todos los espacios
y después ser ser un lunático
con todas sus letras

C.

Sra. Chayo dijo...

Pero que pasaría si la palabra no fuera un espejo de la realidad sino la realidad misma? que pasaria si las palabras determinarán lo que se es?... o serian evangelicos o bloggeros ... jajajjajaa...
Fuera de broma.

hay veces en que el espejismo y el simulacro queda corto al lado de una palabra bien dicha como: "mierda". Esa palabra dice mas que lo que es. Es su margen de error.

Y de periodismo no quiero saber nada...

Pinot Noir dijo...

Super de acuerdo contigo con eso de que los periodistan andan poniendo palabras en boca de otros para así ganarse un titular golpeador. Qué mediocre. A mí me pasó lo mismo con esa maravillosa luna de la otra noche; fue mi regalo especial para esta semana. Gracias por regalarme esa canción, adoro a Frank!!!
Saludos!
PS: me ENCANTA el nombre de tu blog,jejeje, es que la ira es mi pecado capital predilecto...

Unknown dijo...

Como buen espejismo, simulare que escribo,
que siento,
que estos dedos que golpean teclas
no son...

Pero mi sonrisa ..esa SI ES.