domingo, junio 12, 2005

Objetos perdidos

Estoy en un café, frente a la estación Bellas Artes del metro. En la mesa de junto hay un par de chicas que al parecer trabajan en una traducción, pues de vez en cuando hablan en noruego y escriben o tachan algo en uno de los muchos papeles que tienen desparramados sobre la mesa, entre dos vasos de jugo ya vacíos. Afuera llueve y la gente corre por la calle. Los paraguas florecen como invertidos tulipanes negros, proliferan con la humedad como hongos. Al rato las chicas se levantan y se van, dejando olvidado un paquete en una de las sillas. Le aviso al mozo, que las alcanza antes de que crucen la calle. Una de las chicas, rubia y alta, le agradece con una sonrisa.
Constanza me dice entonces que una vez se encontró una ilusión en el piso de un vagón del metro. Me cuenta con los ojos tristes que era un anillo bonito, de oro seguramente, y que se lo entregó a un guardia en la estación siguiente. Me dio tanta pena, dice, imagínate a quien lo perdió, imagínate lo que es encontrar una ilusión, un símbolo de amor y compromiso. Supongo que el guardia no lo entregó, que no hizo ningún esfuerzo por hallar al propietario, al que en alguna parte se mordía las uñas y quizás lloraba. Miro a Constanza, que está triste o quizás es el día y la lluvia y el frío. La miro y luego busco a través de la ventana el rostro de alguien más, de cualquiera.
Más tarde, mientras bebo cerveza con El cuervo en un restaurante frente a la plaza Brasil, llegamos a la conclusión de que lo que se nos ha perdido es la vida. Que en algún sitio dejamos de estar o dejamos pasar algo que era importante y que no vimos. O que tal vez vimos y nos hicimos los tontos. Dos tontos medio borrachos que se quejan de lo que no han hecho, presos de una sensación de callejón sin salida.
En París almacenan los objetos perdidos desde hace más de 200 años. Un vestido de novia, un cráneo, una pierna de madera o una barra de oro de un kilo. Casi todas las cosas consiguen devolverlas.
Todos hemos perdido algo o a alguien. He perdido libros, discos, recuerdos, abuelas, tíos. He perdido tiempo. Hay cosas que nunca se pueden recuperar y su llanto ausente nos acompaña siempre, como un vacío en mitad de la frente.
Debería hacer una lista, una larga lista en un papel blanco y escrita con tinta verde, por eso de la esperanza. Una lista interminable para enviar al Service des Objets Trouves, para ver si estos franceses tan eficientes me pueden ayudar.
En una de esas tengo suerte.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Nadie puede ayudar a nadie a encontrar ciertas cosas perdidas, sobre todo lo que es lo más precioso, el tiempo que corre y no regresa. Y tampocco los franceses no lo pueden, aunque sean eficientes (en serio? gracias :))
Vivir el instante presente con intensidad y conciencia... disfrutar, amar, gozar... para nunca arrepentirse.
¡Me encanta tu post!
Un abrazo desde México

Anónimo dijo...

Tantas cosas se van perdiendo, que lo mejor es aprender a olvidarlas, dejarlas ir, y no pensar en necesitarlas. Solo eso hace posible la existencia.

pomelo dijo...

perder y ganar, asi vamos de un lado al otro colgando del pendulo, como en todas las cosas de esta vida, no?
Mi lista de perdidas es larga. Desde mis padres, mi abuelo hasta amigos y tiempo, he perdido de todo. Lo unico que me duele realmente es haber perdido parte de la que soy, haber perdido las ganas de insistir, las ganas de comenzar algo nuevo y luchar por ello. Desde un tiempo a esta parte vivo con la sensacion de que mi vaso esta medio lleno y que por lo mismo, estoy tranquila con lo ganado y lo perdido, aunque definitivamente feliz no sea.
un abrazo K.

Carolina Moro dijo...

Tomemos un papel en blanco, doblémoslo de tal modo que parezca un barco, llenemos la tina con agua y deslicemos los dedos suavemente para formar pequeñas olas. Entonces el barco ya tendrá una vida, le habremos devuelto su historia. Entonces las pérdidas no nos parecerán nada.

crisis dijo...

suerte con los franceses. lo único que te puedo decir es que cuando uno se cambia de casa, se agradece por todas las cosas perdidas. este fin de semana tuve que ayudar en su mudanza a mi amigo inti y terminé con dolor de espalda.

crisis dijo...

El sol del membrillo es un tremendo pedazo de película. Mi doc "hotel" va un poco en esa línea. Esta tarde dan "M, el vampiro" en el Goether a las 7pm. te sumas?

pomelo dijo...

el flaco dice que "al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver"... y le compro todo el rato.
Quiza los momentos perdidos son hermosos porque ya no están, porque los apreciamos desde lo lejos y asi, nos es mas facil ver la belleza que encierran.
Quizas si los tuvieramos hoy ni pensariamos en recuperarlos o en como o cuando los perdimos.
besos a todos por aqui!
nos leemos

Cpunto dijo...

siento que perdí una boca, pero no hay tiempo perdido si la busco,
también entro a los cafés y veo por la ventana,
aunque también perdí mi tulipán de cabeza y la lluvia me ha empapado,

C.

Anónimo dijo...

A mi me gustaría pedirles a éstos franceses que me contaran mi historia perdida......la que se me quedó en esas tierras, también me encantaría recuperar esa habilidad para subirme a los árboles, ver todo de arriba y al mismo tiempo estar lejos de todo, soñaría con que me devolvieran un ratito a mi abuelo para que terminará sus lecciones de griego antiguo, y por supuesto a mi bisabuela para que hubiera desempolvado su vieja receta de manjar blanco conmigo...y si por casualidad guardaron mis penas, ja..que se las queden, que no las necesito porque la vida tiene sobre dosis de éstas.....
Salud2 y congratulation !!
TAKEN

Anónimo dijo...

Se me han perdido muchas cosas, de hace años que ya pierdo la memoria, pero quizas es así que debe de ser, y lo que se perdio por algo fue......

Anónimo dijo...

siento que perdi mi ninez y que no estoy viviendo mi adolescencia,no pierdo el tiempo buscando esa epoca en que veia a mi abuelo encendiendo otro cigarro, contando sus historias de gerra civil en su pequeno y entonces pobre pais,pienso en eso y concluyo que quiza no tengo esperanza dentro de mi el viejo guarda tanto en su mente algo que nunca pierde es esperanza y fe que es lo que lo hace hace que no pierda nada en su larga y cansada pero clara memoria.